domingo, 16 de diciembre de 2007

Solo un escrito...


¿Qué se siente si te cuecen el corazón aún estando en tu pecho?,
¿qué se siente si te da una moneda quien menos tiene?,
¿qué se siente si te besan la mano con la que lo acabas de abofetear?,
¿qué se siente si inspiran tu alma y nunca la expulsan?,
¿qué se siente haber perdido una vida para darse cuenta todo lo que vale?.

Eso... eso sentí, no se me olvida ese momento y nunca creo que pase... el ardiente recuerdo enciende la llama de mi triste memoria, no puedo dejar de pensarlo, aunque arrancasen mi cabeza los últimos latidos de mi corazón revivirían ese instante con su funesta tonada.

¿Que si quise olvidar?, ¡já!, quise correr al final del mundo; desgarrar mi ropa y saltar al vació; introducirme la mano en el torso para removerme el corazón. Pensé en dejar de pensar, en creer que no existo, en desear no haber nacido, creí que al nunca haber visto la luz de este mundo, no hubiese tenido que soportar el abatimiento que me agobia,
“¿cuantos golpes debo darme en la vida para que surjan los moretones de la experiencia?”.

Pero la muerte no seria el camino, ya que los recuerdos viajan junto a uno y carcomen el alma por la eternidad, además, si no hubiese conocido el sufrimiento de la existencia jamás hubiere probado las mieles de la alegría, que aunque solo gotas valen la pena a costa de litros de la amarga hiel de la realidad.

ﻻﺮﺎﻌﺳ
Zaady Garcés Zulleymán
22/04/03

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